Hoy, el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago de Chile se despide de una figura entrañable y fundamental en su historia: don Fermín Garrido Cifuentes, quien, tras más de cinco décadas como pañolero, se acoge a retiro. Su labor y dedicación han dejado una huella imborrable en estudiantes, profesores y colegas.
En una emotiva despedida sorpresa realizada la tarde del jueves 16 en las dependencias del Departamento de Ingeniería Eléctrica, don Fermín recibió el cariño y agradecimiento de quienes compartieron con él estos años. Con palabras llenas de humildad y orgullo, compartió sus reflexiones sobre su trayectoria: “Estoy realmente orgulloso de haber trabajado acá, porque acá aprendí mucho. Yo llegué sin saber nada; soy un “huasito del sur”. Acá estudié un poco, pero fui más autodidacta. Aprendí mucho leyendo cosas y también gracias a los profesores que me enseñaron mucho y que ya no están”.
Don Fermín inició su labor en el Departamento a una edad muy joven, y con el paso del tiempo, no solo se convirtió en un experto en el manejo de materiales y equipos de laboratorio, sino también en un técnico versátil. Su función principal como pañolero implicaba entregar equipos y materiales, pero también reparaba dispositivos y compartía sus conocimientos con estudiantes y profesores: “Yo también les enseñé a alumnos, profesores, a muchos”, recordó con modestia, dejando entrever la profunda conexión que estableció con quienes formaron parte de esta comunidad universitaria”.
El director del Departamento, Dr. Matías Díaz, también dedicó unas palabras en honor a su trayectoria: “Yo soy alumno de acá. Cuando la primera vez que me tocó hacer clases de electrónica de potencias hace unos 18 años, no tenía idea de qué hacer y usted me enseñó, me tuvo en el pañol y yo creo que esa es la impronta del Departamento, hace que sintamos que esta es nuestra casa, así que darle las gracias por todos los años”.
A lo largo de más de 50 años, don Fermín fue testigo y partícipe del crecimiento del Departamento de Ingeniería Eléctrica. Su profundo conocimiento del material eléctrico y su capacidad para resolver problemas con creatividad y compromiso lo hicieron indispensable para la comunidad.
A pesar de las adversidades de la vida, don Fermín se abrió camino con esfuerzo y valentía, convirtiéndose en un pilar para la comunidad de nuestro departamento, una fuente de inspiración y un ejemplo de resiliencia.
“Me voy tranquilo, me voy con buena salud, sin nervios ni presiones”, comentó al referirse a este nuevo capítulo en su vida. Su legado no solo se refleja en su trabajo, sino también en las generaciones de ingenieros que hoy lo recuerdan con admiración y agradecimiento.
La despedida concluyó con una fotografía de don Fermín en el pañol del primer piso del Departamento, un lugar que durante décadas fue su segundo hogar. Su presencia será recordada como un ejemplo de dedicación, aprendizaje y humanidad.
Desde la comunidad del Departamento de Ingeniería Eléctrica, extendemos a don Fermín nuestros mejores deseos en esta nueva etapa de su vida. ¡Gracias por todo don Fermín! Su historia siempre será parte de la nuestra.