MESA PARA EL AVANCE DE LA ELECTROMOVILIDAD EN CHILE 2023
Miro éxito a la electricidad como motor de los nuevos buses que se suman a la red, algo que no va a la A AR NOS e hay retos como la competitividad de los precios y el POR PAULINA SANTIBÁÑEZ T.
“A pasos firmes”, define Rodrigo Cabrera, gerente senior de Servicios de Sustenibilidad de EY, el avance que está teniendo Chile respecto a la electromovilidad.
Y es que en 2022 se duplicó la venta de vehículos eléctricos y de bajas emisiones, llegando a un crecimiento de 106,2%, según cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC). De hecho, a juicio de Diego Mendoza, secretario general de ANAC, la electromovilidad tuvo su mejor desempeño en todas las categorías durante 2022. “Se vendieron 1.295 vehículos 100% eléctricos, 474 híbridos con recarga exterior (enchufables), 2.552 híbridos convencionales (sin recarga exterior) y 2.583 microhíbridos (MHEV)”, detalla. Este panorama seguiría avanzando positivamente hasta 2025, dice, con ventas proyectadas de 29.657 autos de bajas emisiones, un salto importante considerando los 6.904 registrados al cierre del año pasado.
Pese a ello, Luis Gutiérrez, director de la carrera de Ingeniería Civil en Energía UAI e investigador de Centra, explica que Chile aún no supera el umbral del 1% de vehículos eléctricos y está “muy por debajo de lo que podría ser un país desarrollado”. Mendoza coincide y precisa que “los vehículos enchufables solo representaron el 0,4% del total de las ventas en el año. Falta mucho por avanzar”. “A pesar de estos avances, la electromovilidad en Chile aún es incipiente”, recalca Ignacio Rivas, jefe de Movilidad Sostenible e Hidrógeno Verde de la AgenciaSE.
No obstante, para Cabrera, de seguir en este camino, junto al impulso adicional de la publicación de la Ley de Almacenamiento y Electromovilidad, se espera “que las emisiones disminuyan paulatinamente con un aporte del 20% en la meta de carbono neutralidad 2050”. Esto considerando que el transporte es responsable de ur tercio de las emisiones CO2 en el país, puntualiza Matías Díaz, director del Programa de Diplomado en Electromovilidad de la Usach. ¿Por dónde avanzar? A ojos de Rivas, para que estas proyecciones se vuelvan realidad, Chile tendría que concentrarse en superar diversos desafíos a corto plazo, como incentivar la electromovilidad en regiones, replicando la buena experiencia de los buses eléctricos en Santiago. Ese es uno de los objetivos de la Estrategia Nacional de ElectromoDO vilidad, destaca Gutiérrez, que dará un paso con los 40 buses que llegarán próximamente a la ciudad de Antofagasta.
Desde la rama de vehículos particulares eléctricos, uno de los desafíos importantes es su alto precio, el que se debe mayoritariamente a las baterías, dice Christian Scholz, senior manager en Transformación de Operaciones y Utilities en Deloitte.
Sin embargo, añade que “se espera una reducción de los costos de las baterías de litio en aproximadamente un 50% durante 2019 a 2040, propulsado justamente por el aumento de la electromovilidad globalmente y la creciente demanda de almacenamiento estacionario a gran y pequeña escala”. Mientras eso ocurre, Díaz considera que, si bien hoy existen incentivos para la compra y masificación de estos autos, como la Ley de Almacenamiento y Electromovilidad, esto no sería suficiente para que su valor sea competitivo con uno a gas.
Eximirlos del pago de permiso de circulación no es suficiente, acota: “Que a un vehículo de $ 40 millones lo eximan de pagar este permiso no lo hace accesible a la gente”. Desafío: Puntos de carga Otro de los retos para el desarrollo de la electromovilidad es avanzar en la red de recarga, puesto que actualmente “es insuficiente y tiene muy poca disponibilidad”, dice Matías Díaz, de la Usach. Desarrollar más y mejores infraestructuras de carga para estos vehículos, sobre todo fuera de Santiago, es “fundamental para que las personas y organizaciones decidan dar pasos hacia la electromovilidad”, advierte Ignacio Rivas, de la AgenciaSE.
Dar a conocer las ventajas de estas tecnologías “a las personas comunes y corrientes que van a conducir estos vehículos” también es fundamental, dice Diego Mendoza, de la ANAC, quien asegura que hoy se conoce poco la existencia de puntos de carga o la posibilidad de habilitar puntos de cargas privados. “Hoy existe conocimiento en el mundo de las flotas y empresas que recorren muchos kilómetros anuales, pero falta aterrizarlo en el comprador promedio”, alerta.
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